En el contexto del desarrollo de software, una compilación es una versión del software que se ha compilado y está lista para su prueba o despliegue. Una versión, por otro lado, es una versión del software que se ha distribuido oficialmente a los usuarios. Ambos forman parte del proceso de integración continua y despliegue continuo.
El proceso de creación de software implica compilar el código fuente en una forma ejecutable, así como realizar otras actividades como ejecutar pruebas, crear documentación y empaquetar el software para su distribución. El resultado de este proceso es una compilación del software, que normalmente se pone a disposición de los testers o desarrolladores para su posterior prueba y depuración.
A continuación, el software se pone a disposición de los usuarios para que lo descarguen, se distribuye a través de una tienda de aplicaciones u otro canal de distribución, o se instala en los sistemas de los usuarios. En esta fase, la versión del software se denomina «versión de lanzamiento» y no «compilación».
En general, el proceso de creación de software conlleva la creación de una compilación, que luego se prueba y depura. Una vez que la compilación se ha probado y se considera de calidad suficiente, se puede lanzar a los usuarios. El proceso de lanzamiento de software suele implicar actividades adicionales como la creación de notas de la versión, la realización de pruebas finales y de control de calidad, y la comunicación del lanzamiento a los usuarios.